miércoles, 7 de marzo de 2012

Yo no soy de ir soltando maldiciones por ahí, ni de explotar y soltar veneno. Me he educado a mí misma de forma que suelo callarme las cosas y guardarlas en el pozo del rencor infinito, que está compuesto de ácidos corrosivos y material inflamable. Puedo ser fácilmente una de las personas más rencorosas del país, si bien es cierto que para entrar en el club de "cosas que molestan a Claudia" hay que liarla mucho; yo soy más bien de pasar de las situaciones de tensión. Pero vamos a decir las cosas claras, porque viene haciendo tiempo que estoy hasta los cojones. Lo siento por esto, lectores de blogs, mi panadero de siempre y la señora de los viernes en la parada del bus, pero es que mi pozo del rencor y la ira está rebosante y lo tengo que ir vaciando poco a poco.
¿En qué momento a mis amigos se les olvidó todas las mierdas de la fidelidad y la lealtad que nos hemos estado tragando en Punky Brewster, Dawson Creek y demás series de Planeta Feliz?
He consultado esto con varias corrientes de pensamiento y todas han coincidido en que:
1. Tal vez esté idealizando a mis amigos
2. Tal vez no todos comparten tu concepto de amistad.
En mi opinión lo primero puede ser, lo segundo es un poco contradictorio, porque lo que yo entiendo por amistad es la definición clásica, la típica ñoñería de ayudar, no pedir nada a cambio, sacrificarte por los demás y demás cosas que ya en los años en los que estamos no se llevan (¿¿no pedir nada a cambio?? ¿¿perderme una fiesta porque a un amigo le acaben de extirpar un tumor cerebral?? POR DIOS). Por otra parte, lo de idealizar a mis amigos es difícil. El tiempo y un par de salidas los sábados son suficientes para conocer a la plantilla. Mis amigos son los mejoJAJAJAJAJA. NO. Mis amigos no son los mejores amigos del mundo y quien crea eso de sus amigos probablemente es tonto o es Punky Brewster. Ahora bien, para obtener el carnet de amigo hay unas cosas básicas que deben manejarse, un A1 de la amistad que, amigos míos, os insto a que repaséis de vez en cuando (gracias).
Ahora con todo esto del Erasmus la gente me dice que echaré mucho de menos a todos. Y yo me pongo a pensar y no sé quiénes son todos. Hay gente a la que a veces tengo ganas de ver, de pronto, pero que no echo de menos como tal y otra a la que extraño constantemente, cualquier día que se me pregunte sobre ello. ¿Entonces voy de guay y no echaré de menos a mis amigos? Aunque si digo que tengo ganas de irme de aquí y aquí es donde están mis amigos, ¿digo que no tengo ganas de estar con mis amigos? ¿Urdangarín en qué pensaba? ¿Los yogures azucarados necesitan más azúcar?  Si he aceptado una Erasmus a una ciudad del siglo XVIII y que me está quitando la vida con las convalidaciones, es porque el quedarme aquí me ofrece un panorama bastante peor, esa es la única respuesta.
Mi pozo del rencor ha liberado un 10% de espacio.



Estimado amigo/a mío/a:
Si al leer esto te has sentido ofendido/a piensa en si aprobarías un A1, si la respuesta es sí esta entrada no va contigo, si la respuesta es no esta entrada está dedicada a ti.

Y recuerda que

Y recuerda que